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19. Las novelas y sus narradores

Toda novela tiene su autor, aunque este autor puede ser anónimo (Lazarillo de Tormes), seudónimo (Alonso Fernández de Avellaneda y su Quijote apócrifo), o bien conocido, como en el caso de Cervantes. Pero, a efectos del relato, el autor siempre recurre a un Narrador: "de cuyo nombre no quiero acordarme". Claro está que ese YO no es el de Cervantes, sino el de su Narrador, quien, en este caso, muere a finales del cap. VIII, para ser reemplazado por un nuevo Narrador en el cap. IX: Cide Hamete Benengeli. El Narrador ha desplazado al Autor en la estimación del Lector. Las formas que ha adquirido tal desplazamiento en la historia de la novelística europea es lo que se estudia en este libro, con ejemplos españoles, desde la época del Amadís de Gaula hasta los años de Borges y Cela, con dos capítulos dedicados a Cervantes, el creador del más original Narrador de la novelística mundial, el Narrador Infidente, el narrador que engaña al lector, invento que revoluciona dicha novelística.
Juan Bautista de Avalle-Arce estudió con Amado Alonso y Raimundo Lida y se doctoró en Harvard University bajo la dirección de estos dos maestros. Doctor Honoris Causa por la Universidad de Castilla-La Mancha. Ha publicado cincuenta libros y más de trescientos artículos. Se jubiló de la Universidad de California (Santa Barbara).
Libro reseñado en:
Analecta Malacitana, XXXI, 2 (2008), Universidad de Málaga, pp. 761-763.